Las paredes de la cocina son superficies más delicadas que requieren de la aplicación de una pintura especial esmaltada para que aguante mejor el paso del tiempo. Si las paredes no están recubiertas de azulejos, también se puede aplicar pintura plástica, aunque esta debe ser lavable y de muy buena calidad para que se puedan limpiar las manchas.
Aunque tengan azulejos, está muy de moda renovar las viejas baldosas de la cocina sin reforma aplicando pintura esmaltada sobre esta superficie para dar un nuevo ambiente a la estancia. Es una opción mucho más rápida, económica y cómoda, ya que no tienes que irte de tu vivienda.
En cuanto a los colores más recomendados está por supuesto el blanco puro, siempre presente en las cocinas, aunque también tonos más vivos como verdes o azulados, ya que disimularán mejor las manchas y dan sensación de limpieza, además de proporcionar un ambiente muy moderno a tu cocina.