Pintura de radiadores

La forma más adecuada y más resistente de pintar los radiadores siempre será utilizando esmalte para proteger la superficie del paso del tiempo, aunque en el caso de los radiadores de hierro, también es posible pintarlos en pintura plástica si se desea un efecto camuflaje con las paredes de la habitación y economizar el presupuesto.

Hay que tener en cuenta que este tipo de pintura no es tan resistente como el esmalte y que no aguantará tanto tiempo sin que aparezcan manchas corrosivas, pero es una buena alternativa si la idea del cliente es renovar los radiadores a corto plazo o si le gusta cambiar el color de su vivienda cada dos o tres años.

El precio dependerá del estado y el tamaño del radiador, aunque lo normal es que el presupuesto ronde los 25 – 30 euros por radiador si se pinta con pintura plástica y en torno a los 40 – 50 euros si se pinta con esmalte.

El primer paso necesario para que un viejo radiador quede como nuevo es decaparlo con un taco de lija fino. Con este proceso le quitamos los restos de la pintura anterior para que la nueva pintura se adhiera perfectamente a la superficie.

Después se limpia la superficie de polvo para favorecer la adherencia de la pintura de esmalte y se pintan los huecos, esquinas y recovecos del radiador con una palentina larga para que no quede ningún resto sin pintar.

Por último se aplica la pintura de esmalte con rodillo especial para esmaltar por toda la superficie del radiador. Para la parte trasera se utiliza un palitroque largo para llegar a todas las zonas visibles y si es necesario se vuelve a repetir el proceso para que el radiador luzca como nuevo y sin restos de óxido ni corrosión.

El tiempo necesario para pintar un radiador depende del tamaño y del estado del mismo, así como de la cantidad de barrotes y recovecos que tenga, pero la duración media del proceso suele oscilar entre media hora y una hora por radiador. Por lo tanto, pintar los radiadores de una vivienda completa, que suelen ser de seis a ocho unidades, puede costar alrededor de una jornada de trabajo.